Por qué es importante contar con una Red de Observación Marina- Argentina?
Nuestro país cuenta con una extensa línea costera marítima (5.117 km), así como una amplia plataforma continental (1.783.278 km²), que hoy es reconocida por las Naciones Unidas, a lo que se agrega el territorio marítimo de la Antártida (11.235 km de costa). Este posicionamiento geográfico privilegiado incluye un espectro climático latitudinal extenso que abarca a las regiones templada, subantártica y antártica. Hasta ahora, buena parte de los esfuerzos de investigación estuvieron focalizados en los ambientes de aguas marinas abiertas. Sin embargo, la zona interfaz entre los ecosistemas terrestre y marino no presentaba un espacio coordinado de observación. Esto es fundamental para comprender la conectividad entre ambos sistemas en el marco de los impactos del cambio global, en una zona donde se desarrolla gran parte de la actividad humana.
Se considera que los márgenes del océano, en particular la zona litoral costera, representan un eslabón fundamental en la evaluación del sumidero de carbono de origen antrópico y su exportación al fondo del océano, donde es inmovilizado (“bomba biológica”) por lo que contribuye al control del cambio climático (Duarte, 2017; Regnier et al., 2022; Resplandy et al., 2023).
Estas conclusiones provienen de hipótesis basadas en parte en datos medidos y en parte como resultado de esfuerzos de modelización. Sin embargo, a nivel global hay una carencia de series temporales de datos reales, con ciertas excepciones, que permitan sostener o rechazar estas hipótesis.
En este contexto, en nuestro país numerosas instituciones vienen desarrollando observaciones, con mayor o menor permanencia en el tiempo, lo cual representa un problema. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de coordinar e integrar esta gran cantidad de información, así como de generar nuevas opciones que permitan una gestión sustentable y su aplicabilidad en diversos campos.